Hoy os traigo la historia de una gatita adulta que fue sacada de la calle cuando ya era mayor.
Todo esto lo cuento porque creo que aún hay gente que piensa que los gatos de la calle tienen que quedarse en la calle...
Era una tarde de Abril cuando paseando por mi pueblo me encontré con una preciosa gatita blanca y negra algo delgada y sucia.
Le dí comida y desde ese día no se volvió a separar de mi. Me seguía a todos los sitios, me esperaba en la puerta de casa, me acompañaba en mis paseos... Tenia que hacer algo por ella, no podía dejarla ahí.
Decidí que no era una gata que pudiera vivir en la calle, así que me dispuse a difundirla por todos los sitios que pude y una fantástica familia se interesó en ella. Ese mismo día la metí en el coche y emprendimos juntas un largo camino.
Lo primero que hicimos fue llevarla al veterinario para hacerla una revisión y vacunarla. Ahí nos comentan que MISSI (así es como se llama), estaba preñada, no podíamos hacernos cargo de los cachorros ella estaba débil y podía morir...tuvimos que tomar la dura y difícil decisión de hacerle una esterilización al día siguiente.
Salio todo bien y ese mismo día la lleve a casa conmigo, parecía que siempre había estado en una casa, lo primero que hizo fue subirse al sofá y pedir mimos, estaba claro: "Missi no era un gato de la calle".
Después de 18 días por fin conoció a su familia y al igual que hizo en casa se adapto a la perfección y desde entonces esta feliz, ademas ahora tiene otro hermanito gatuno adoptado también y se lo pasan en grande jugando y durmiendo...
LOS GATOS DE LA CALLE NO ESTÁN AHÍ PORQUE QUIEREN, SE ADAPTAN A VIVIR EN UNA CASA Y SON MUY AGRADECIDOS.
¡¡NO TE LO PIENSES Y ADOPTA UN GATO ADULTO!!
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