SADY lleva dos días en una gasolinera, no se mueve de allí, esperando que alguien regrese a por él. Está asustado y desconcertado, se pone contantemente en riesgo al cruzar la autovia, mirando a un lado y a otro, esperando reconocer el coche de su familia entre tantos que pitan a su alrededor.
Es confiado, y se deja tocar sin problema.
Sólo está esperando a su familia, lo que no sabe es que nunca volverán.
Ahora necesita una nueva familia que le de cariño de verdad y que nunca mas lo deje solo (o sola, no sabemos si es macho o hembra).
Si puedes darle a SADY una vida mejor, contacta con:
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