Hay quien en esta vida no ha tenido suerte ni siquiera al nacer, ya es duro nacer en la calle, de una mamá gata callejera y más duro si además de todo lo que ello conlleva naces el más delgadito y pequeño de la camada. El resto de sus hermanos, aunque callejeros están robustos y fuertes… pero él sigue siendo el mismo pequeñajo delgadito que siempre fue. No sabemos si es macho o hembra, aproximadamente tenga unos cuatro meses, aunque su tamaño engaña mucho, y para más mala suerte, está enfermo… No sabemos que le pasa pero su ojito no indica nada bueno. Hoy ya ni siquiera lo abre. Aunque desde que apareció nunca le ha faltado comida… este pequeño sin nombre… consigue salir adelante a duras penas. Las noches cada vez más frías y la calle tan dura hace urgente sacarlo de donde está. Necesitamos para él una casita de acogida mientras se recupera o mejor aún una familia.
Si estás dispuesto a cambiar su suerte, y puedes ayudarle no dudes en ponerte en contacto conmigo: espiwy@hotmail.com
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