Hola, mi nombre es Kalimera y soy una preciosa perrita boxer de apenas 2 años de edad que, pese a su corta vida, ha sufrido mucho. Adquirida por mi propietario sin tener muy claro ni para qué me quería, he vivido aislada y encerrada durante toda mi vida. La falta de alimento adecuado ha mermado mi crecimiento, la brusquedad con la que he sido tratada y el vivir siempre encerrada me han convertido en una perra especialmente asustadiza que precisa una persona con experiencia para superar su miedo. Pese a todo, como buen boxer, soy cariñosísima, muy agradecida, tierna, amable, dulce, bondadosa, sensible, dulce, inteligente y muy afable. Convivo muy bien con los otros perros (de ambos sexos, todos los tamaños y edades) , me encanta jugar con ellos y me llevo bien con todos. Soy muy pacífica, nada conflictiva. Con la gente soy muy cariñosa y me encantan que me acaricien. Soy muy familiar, casera y apegada. He aprendido a caminar con la correa y ya paseo como una "señora perra" por plena ciudad. A veces me asusto un poco pero ¡me encantan los paseos urbanos!. Pero tengo un problema, debido a mi anterior vida, soy demasiado asustadiza y no se me puede dejar suelta por la calle (parques, jardines..) ya que luego no me dejo coger. La chica que me rescató ha tardado más de un mes en conseguir que yo me acerque a ella por delante y poder cogerme (pese a que estoy plenamente integrada en su familia) y aún tiendo a comer de noche, cuando nadie me ve, me asusta acercarme a plato de la comida si hay alguien cerca. No es que sea escapista, es que todo me asusta con mucha facilidad y mi tendencia es, siempre, escapar. Por este motivo, la persona que me adopte tiene que tener muy claro que no puede soltarme de la correa en mucho, mucho, mucho tiempo, ya que, de hacerlo, sabiendo mi problema, será como volver a abandonarme a mi suerte. Sé que puede parecer una tontería pero, la realidad es que a la gente que adopta un animal siempre se le insiste mucho en lo importante es "no soltar al animal durante un largo periodo de tiempo para evitar pérdidas y sus, luego, tristes consecuencias", pero los adoptantes usualmente hacen caso omiso a los consejos y en cuanto el perro adoptado lleva con ellos unos días, ya lo llevan suelto por la calle. A mí no pueden soltarme, con seguridad absoluta, me perderé, así que, por favor, si no eres capaz de asumir ese compromiso conmigo al cien por cien, déjalo estar ya que, si me sueltas, más en un lugar desconocido, mi miedo, tras el confinamiento y los malos tratos, echaré a correr y me condenarás a vagar por las calles, asustada y hambrienta hasta que me rinda por el cansancio y la falta de recursos. ¿Quieres conocerme mejor? Para más información, contáctanos en indalguau@yahoo.es. Me entregan vacunada, desparasitada, microchipada y esterilizada. Gracias |
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